Crímenes sin resolver
Freddy Sánchez jueves 19, Oct 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
La posibilidad de reabrir el caso Colosio y el compromiso de no dejar de investigar lo de Ayotzinapa obliga a una tarea similar en el caso de Ciro Gómez Leyva.
Y por esa razón es menester no claudicar en las indagatorias hasta que la gente quede convencida de que el o los autores intelectuales están en custodia policial y pagarán sus malevolencias criminales. Obviamente, en cada caso de los mencionados.
Y es que del mismo modo que en lo del asesinato de Luis Donaldo, después de varios sexenios con partidos políticos distintos en la Presidencia, persisten suspicacias, igual puede decirse de lo sucedido en Ayotzinapa y el atentado criminal contra Ciro.
Porque en apariencia más que no poder se ha querido poco llegar hasta las últimas consecuencias en la pesquisas.
Lo que sugiere la posibilidad de que algo turbio se oculta y por conveniencias políticas, en el pasado y el presente, no se concretan las acciones legales necesarias en contra de los presuntamente autores intelectuales de alto nivel en torno a las infames fechorías perpetradas.
Es de mencionar, naturalmente, que las especulaciones van mucho más allá de lo que las investigaciones han permitido conocer a la opinión pública en relación a una supuesta maraña de intereses involucrados para mantener en secreto ciertas verdades inconfesables. .
De ahí que dos cosas hay que señalar: las autoridades competentes, según lo han declarado, tienen la firme voluntad de no encubrir a nadie y llegar a donde se tenga que llegar para conocer la verdad y no tener nada que suponer sin pruebas contundentes que avalen lo que se piensa.
Una postura que habría que entender y validar, pero de la misma forma es preciso que no se dejen dudas en el camino de las indagatorias creando las hipótesis de que los investigadores no han sido capaces de escudriñar bien a bien sobre lo ocurrido en estos casos y por lo tanto es de imaginarse que “intereses oscuros” se han encargado de impedirlo.
De Colosio casi todo se ha dicho en torno a un probable móvil político criminal, además de suposiciones de negocios turbios de alto nivel sin haber sido debidamente aclarados en cuanto a la desaparición de los normalistas en el estado de Veracruz.
Y por lo que se refiere al conocido informador noticioso la detención con orden de extradición del presunto autor intelectual de su intento de asesinato, no es plenamente satisfactoria ni lo será en tanto no se conozca qué movió a este sujeto y sus cómplices materiales a tratar de cegar la vida de Ciro.
Una cuestión a esclarecer en ese aspecto es qué hubo como pago por el “trabajo criminal”, quién y por qué quiso que atentaran contra Ciro Gómez Leyva y si se trató de una venganza por algo ajeno a la política que pudiera haber hecho el periodista, tal cosa tendría que demostrarse plenamente.
Así que la investigación en este asunto, como en los antes mencionados, sigue dejando mucho qué desear por lo que se refiere a llegar hasta los presuntamente culpables intelectuales con una alta jerarquía política o empresarial posiblemente deseosos de delinquir o después de haberlo hecho querer ocultar su crímenes.
Y es que a pesar de que en relación con los tres casos ha habido muchas investigaciones, detenciones, consignaciones ante jueces y sentencias de culpabilidad queda la sensación en no pocos espectadores políticos y sociales de que los sucesos de los que se habla y en algunos otros de índole sanguinaria y bestial seguimos estando ante una probable omisión o complicidad de autoridades que se traducen en diversos y deplorables crímenes sin resolver.